TEMA 1: EL ENSAYO EN EL SIGLO XVIII. JOVELLANOS
El XVIII, el siglo de la Ilustración. Racionalismo y
Criticismo.
Contexto histórico-cultural.
Con el siglo XVIII comienza la Edad Contemporánea. En esta centuria
Europa revisa críticamente el orden establecido con el deseo de conseguir un
mundo más justo, tolerante y feliz. Entra en crisis en Europa el denominado
Antiguo Régimen, basado en el predominio de unos estamentos: el eclesiástico,
el militar y el aristocrático y se afianza en toda Europa un movimiento
cultural denominado Ilustración, basado fundamentalmente en la razón.
Las principales
características de la Ilustración son:
- La razón es la única fuente de conocimiento, en lugar de Dios, las costumbres
o lo dicho por los antiguos. Se rechaza el criterio de autoridad, se impulsan
las ciencias y el método experimental (Descartes, Newton). Por este motivo se
denomina al periodo Siglo de las Luces.
- El fundamento racional del saber favorecerá el
avance técnico y científico (Revolución industrial) y una concepción
materialista y burguesa del mundo que busca la
utilidad. (En literatura esto influye en el predominio
de géneros didácticos –ensayo, fábula- y la decadencia de los géneros de
ficción).
Los ilustrados confían en el progreso y en las mejoras de las condiciones de vida, que harán posible la
felicidad sobre la tierra.
- Se impone la tolerancia religiosa y una religión natural, basada en la
bondad del ser humano.
También se extienden el deísmo (creencia en un ser superior, pero no
en una religión determinada) y el ateísmo.
- El sistema político es el Despotismo ilustrado. Ante la falta
de cultura del pueblo, son los intelectuales los que deben buscar el bien para
los ciudadanos, pero también el gobierno debe buscar la educación y la
extensión de la cultura entre el pueblo. Con este propósito de promover la
educación y la investigación se impulsan importantes instituciones culturales
como las Sociedades Económicas de Amigos del País, la Real Academia de la
Lengua y otras academias, las tertulias... También los viajes empiezan a
considerarse formas de conocimiento y aprendizaje de otras culturas.
En definitiva, la Ilustración se caracteriza por la sustitución de los
conceptos de jerarquía, disciplina y autoridad dogmática por los de igualdad, independencia intelectual y crítica libre. Se
adopta un tono práctico y se introduce un espíritu tolerante en los nuevos pensamientos.
Aunque a lo largo de este siglo se producen importantes sucesos en
toda Europa (desarrollo del maquinismo, promulgación de constituciones…), es Francia el país que impulsa el
pensamiento ilustrado. Allí comienza a editarse en 1751 la Enciclopedia y, posteriormente,
se iniciará -en 1789- la Revolución Francesa. La Enciclopedia, dirigida por
Diderot y D´Alambert, es una obra que pretendía recoger, alfabéticamente, todos
los saberes de la época defendiendo la libertad y el uso de la razón frente a las
supersticiones y los prejuicios heredados de la tradición.
Su enorme importancia se debe al afán de divulgar reconocimiento (la
intención de ilustrar). Aunque chocó con las autoridades académicas y
religiosas, la Ilustración se difundió mediante las tertulias, los clubes, los
cafés y los salones.
LA ILUSTRACIÓN EN ESPAÑA.
El espíritu reformista y crítico afectó a todos los campos, aunque en España chocó con la pervivencia de
un fuerte espíritu religioso tradicionalista y, el rechazo de la Iglesia que se
mostraba contraria al pensamiento ilustrado.
La introducción en España de las ideas ilustradas tendrá lugar con
la instauración de la dinastía borbónica y especialmente en el reinado de
Carlos III.
El pensamiento ilustrado fue calando en nuestro país a través de
diferentes caminos:
- la difusión de las ideas de determinados
ilustrados como el P. Benito Feijoo y Gregorio Mayans.
- las traducciones de libros franceses y la
contratación de profesores y eruditos extranjeros.
- la propagación de las ideas enciclopedistas
francesas (Voltaire, Rousseau, Montesquieu), a pesar del celo de la censura y
de la Inquisición.
- los viajes de estudio y de conocimiento de la
vida europea realizados por diversos intelectuales.
- la aparición de periódicos o publicaciones que
difunden las nuevas ideas la creación de diversas instituciones culturales y de
Sociedades económicas de Amigos del país, dedicadas a promover el adelanto
cultural, económico y social de España mediante la extensión de la Precedentes de los
ilustrados se consideran a los llamados novatores o innovadores, intelectuales que durante el gobierno de los últimos Austrias y frente al
abandono generalizado de los estudios científicos, estuvieron en contacto con
los progresos
europeos en astronomía, medicina botánica, o matemáticas, difundiendo las teorías
de Galileo, Kepler, Newton o Linneo.
El sueño de la razón produce monstruos, grabado de Goya cultura. Otros organismos de importancia fueron la Real Academia
Española, fundada para velar por el idioma, la Biblioteca Nacional, el Jardín Botánico, el Museo del
Prado…
La Ilustración tuvo su punto culminante en España en el reinado de
Carlos III y su declive, tras la Revolución Francesa y la invasión napoleónica.
Los ilustrados contaron con el apoyo de la Corona, pero, por lo general, no
fueron reconocidos por la mayoría y se les tachó de extranjerizantes y de
atentar contra la tradición y las enseñanzas religiosas. Tras la Revolución
Francesa, algunos fueron perseguidos e incluso exiliados o encarcelados.
No obstante, por lo general, la Ilustración española respetó la
religión católica y la autoridad monárquica, y los autores intentaron armonizar
las corrientes ideológicas extranjeras con los elementos de la nueva tradición.
Sin embargo, la pugna entre tradicionalistas y reformadores que dio lugar a enfrentamientos
continuará en la vida española aún durante todo el siglo XIX.
La literatura española del siglo XVIII.
En España, el siglo XVIII es considerado como el más mediocre en
cuanto a la calidad de su producción literaria, a pesar de su interés en el
proceso de modernización –o europeización- de muchos aspectos de la vida española.
Tendencias artísticas y
literarias del s. XVIII.
El movimiento que se identifica con el s. XVIII es el Neoclasicismo.
A pesar de ello, durante esta centuria se suceden varias tendencias:
- El postbarroquismo: los últimos coletazos del Barroco, reducido a un arte puramente
formal, extravagante y sin contenido, perdurarán hasta que a mediados de siglo
los sectores más cultos impongan los nuevos criterios neoclásicos.
- El Neoclasicismo: sigue los postulados de la Ilustración (independencia intelectual,
criticismo, finalidad práctica...) Irrumpe favorecido por la influencia
francesa (desde la política a la moda) y el agotamiento de las formas barrocas.
Se vuelve al clasicismo francés y a los modelos clásicos grecolatinos. El arte
debe someterse también a la razón y a las normas:
o Búsqueda de la verosimilitud.
o Estricta distinción de géneros.
o Imitación de los modelos clásicos.
o Unidad de estilo, evitando la mezcla de lo
trágico y lo cómico, el verso y la prosa, el tono elevado con el familiar...
o Finalidad moral y educativa. La obra no sólo
debe entretener, sino también enseñar.
Todo ello dificultará el desarrollo de una literatura imaginativa y
la expresión de sentimientos sinceros, dando lugar a una literatura formalmente
correcta, pero carente de emoción y espontaneidad.
Por ello, la prosa divulgativa y el ensayo serán los géneros
preferidos.
- El Prerromanticismo: algunas ideas de la Enciclopedia (fraternidad, humanitarismo..) y
de Rousseau (el hombre como ser naturalmente bondadoso, pero frecuentemente
corrompido por la civilización y el progreso) abren el camino a una nueva
corriente estética tendente a la expresión sensible y melancólica y a la vuelta
a la vida natural. Se extiende una nueva sensibilidad que revaloriza el individualismo,
la Naturaleza, el instinto y el sentimiento, y que anticipa el Romanticismo del
XIX.
La prosa didáctica y el
ensayo.
Para los ilustrados, la literatura, era, ante todo, un medio de
comunicación que servía para la difusión de las nuevas ideas, y por ello en
esta época predomina claramente la prosa
didáctica sobre la prosa narrativa. En efecto, el carácter pragmático de la cultura favorece el predominio de autores que manifiestan su intención didáctica y las obras de divulgación de los impulsos reformistas que alentaba la
Ilustración. Es el caso de Jovellanos, Cadalso, Moratín, Feijoo….El desarrollo
de la literatura ensayística y de divulgación, del periodismo y de los estudios
de carácter científico es prueba de la difusión de las nuevas ideas.
Al servicio de la crítica
social, aparecen en literatura géneros como la comedia
de costumbres, la carta literaria, el libro de viajes o la sátira; modalidades
literarias que toman como inspiración las costumbres sociales para someterlas a
crítica, bien por la vía de la parodia o la caricatura, bien por la del distanciamiento
crítico. (Ello explica que se adopte el punto de vista de un extranjero). Otras
veces el camino seguido es el del simple discurso teórico (ensayo, artículo de
prensa) que, prescindiendo de la fabulación literaria, describe y critica modos
de pensar, costumbres o modas del momento.
En cualquier caso, toda esta corriente literaria se relaciona de
forma muy directa con el espíritu reformador del momento: en unas obras se
satirizan y critican las costumbres del entorno y en otras se ejemplifica cómo
debe actuar el hombre. Muy representativa de este ambiente es la figura de
Jovellanos quien, no sólo recoge las ideas reformistas de la Ilustración en
forma de discurso teórico en su obra literaria, sino que, en su vida dedicada a
la política y a la actividad pública, participa en la puesta en práctica de
tales ideas mediante medidas legislativas y administrativas.
Entre los temas que
trataron estos escritores ocupa un lugar preferente la decadencia del país: analizaban
sus causas y las posibles soluciones al estado de postración en España.
La educación fue otro tema importante porque se creía que la
educación constituía el instrumento para remediar los males de la sociedad.
Los ilustrados contribuyeron también a revalorizar la importancia de
la función social de la mujer reclamando para ella un papel más activo dentro
de la sociedad. Otros temas tratados fueron la dignificación del trabajo, la
religión, las costumbres... El tribunal de la Inquisición no se escapó a sus criticas.
En el siglo XVIII, la prosa de ideas recurre a modalidades
literarias muy diversas: algunos ya cultivados anteriormente como la carta, el
diálogo o los discursos y otros nuevos como los informes, las memorias o las
reflexiones. Todo este conjunto de manifestaciones puede reunirse bajo la
etiqueta de ensayo, género
que se caracteriza por expresar, con afán
divulgador, una opinión
personal sobre algún tema de actualidad, con una prosa sencilla, a menudo en
primera persona, accesible para la mayoría del público.
El ensayo es, pues, un texto generalmente de corta extensión, de carácter sugeridor e interpretativo,
dirigido a lectores no especializados, que aborda, con pretensiones de originalidad.
Los aspectos más relevantes
del género ensayístico son los siguientes:
• Tiene un carácter
didáctico y divulgativo y suele estar dirigido a
un lector no especializado. Su extensión es variable.
• Posee gran amplitud
temática, por lo que pueden aparecer temas variados,
de carácter desenfadado o de contenido trascendente.
• Su desarrollo es asistemático. El ensayo no presenta una ordenación rigurosa y el pensamiento
fluye sin un orden lineal.
• La estructura es abierta, tanto en el
plano formal como en el conceptual. El discurso suele progresar mediante asociaciones de ideas y digresiones sobre conceptos que son de interés para el autor y que le desvían
del asunto central.
Desde un punto de vista personal y con decidida voluntad de estilo, asuntos muy diversos (políticos, sociológicos, históricos, morales, religiosos,
estéticos...) para lo cual adopta una estructura
flexible donde con frecuencia deriva hacia motivos que
le son afines (digresiones).
Los principales ensayistas del XVIII fueron:
-
Benito Jerónimo Feijoo (1676-1764). A los doce años ingresó
la orden benedictina. Se licenció en la Universidad de Oviedo,
ciudad donde vivió hasta su muerte. Llevó una vida retirada, pero en su celda
recibía a los viajeros distinguidos (españoles y extranjeros) que pasaban por
Oviedo, celebraba tertulias con otros religiosos y seglares y mantenía
correspondencia con eruditos de toda España.
Hay que destacar la aportación de Feijoo al género del ensayo y su
contribución a asentar el espíritu crítico e ilustrado. Su trascendencia en las reformas culturales españolas fue
ampliamente reconocida ya en el mismo siglo XVIII pues sus escritos ocuparon el centro de la discusión nacional
en todos los campos del saber, ya se tratara de medicina, historia, crítica o
moral.
Su labor fue eminentemente crítica. Luchó por la modernización de la
mentalidad española y quería acabar con los errores, las supersticiones y los
prejuicios del pueblo. La experiencia, la observación y la crítica eran para él
las bases del progreso humano. Defensor de la religión frente a las falsas
supersticiones, Feijoo, sin embargo, atacó los errores cometidos en la
enseñanza y defendió la necesidad de una actitud
crítica en el escritor, cuya misión es “batallar por la
verdad y purgar al pueblo de su error”. Estos ideales se aplican en sus
ensayos, dotados siempre de una estructura muy sencilla, para que puedan ser
entendidos por un pueblo amplio. En el terreno de la ciencia, Feijoo afirmaba
que la física experimental constituía la única disciplina útil y procuraba
siempre comprobar sus teorías mediante la experimentación.
Su afán divulgador le obligaba a mantener en sus obras un tono
coloquial y a desarrollar un género que por entonces se denominaba discurso y
que más adelante se llamaría ensayo. Sus dos obras fundamentales fueron Teatro crítico universal y Cartas Eruditas. Ambas están
compuestas por artículos
que tocaban los temas más diversos: Medicina, Ciencias de la
Naturaleza, Geografía e Historia, Literatura, Teología,. etc.
Como la mayoría de los intelectuales de su tiempo, condena
rotundamente el estilo demasiado adornado e ingenioso (como los juegos de palabras,
característicos de la prosa quevedesca) y defiende la naturalidad y la
espontaneidad: el arte debe ser sencillo y no forzado. En
cualquier caso, su intención es
más científica y docente que estética.
• Las referencias y citas no son tratadas con
el rigor de los textos científicos y el proceso de citación suele ser memorístico.
• Es subjetivo. El subjetivismo queda patente en el uso de digresiones, de
asociaciones de ideas, anécdotas y ejemplos. Muchas veces el ensayo refleja el
mundo que rodea al autor, sus circunstancias
históricas y vitales.
• El ensayo es un género literario y, por ello,
suele presentar intencionalidad estética, es decir, una voluntad de estilo por parte del autor quien, con
frecuencia, adopta recursos estéticos propios de la lengua literaria (metáforas,
antítesis, ironía, interrogaciones retóricas, etc.)
• La exposición y la argumentación son las formas de elocución que con mayor frecuencia se utilizan.
-
Gaspar Melchor de
Jovellanos. (1744-1811)
Nació en Gijón. Estudió Leyes y ejerció como magistrado en Sevilla y
en Madrid, ciudad donde desarrolló una intensa actividad reformista. Ingresó en
la Real Academia Española, en la de Bellas Artes de San Fernando y en la de la
Historia, así como en la Sociedad de Amigos del País. Con la subida al trono de
Carlos IV, se produjo un freno en la renovación ilustrada, y Jovellanos fue desterrado
a Gijón; allí fundó el Instituto Asturiano y puso en práctica sus ideas
pedagógicas. Tras ser nombrado ministro de Gracia y Justicia en 1797, fue
desterrado nuevamente a Gijón y luego encarcelado en el castillo de Bellver, en
Palma de Mallorca hasta la llegada de José Bonaparte (1808); fue contrario a
cualquier pacto con los franceses y formó parte de la Junta Central frente a la
invasión napoleónica. Caída en desgracia la Junta, volvió a Gijón. Falleció en
Puerto de Vega (Asturias).
Gaspar Melchor de Jovellanos fue uno de los más insignes ilustrados
españoles del siglo XVIII. Desempeñó importantes cargos políticos en los reinados
de Carlos III y Carlos IV y, en el terreno literario, cultivó la poesía y el
teatro, además de la prosa ensayística, con las que pretendió defender sus
ideas reformista. Estas ideas reformistas –muy avanzadas en ciertos aspectos-
le causaron numerosos problemas debido a la intolerancia de los sectores
sociales más conservadores Aunque su producción literaria es muy escasa, además
de sus ensayos, compuso algunos poemas y dos piezas teatrales (Pelayo y El delincuente honrado). A
diferencia de Feijoo, sus textos ensayísticos, en los que volcó sus propuestas
reformistas, tienen como destinatarios a los grupos dirigentes y no al pueblo.
Temas
En sus ensayos, Jovellanos manifestó una honda preocupación por los
principales problemas de la sociedad de su época: la agricultura, Asturias, la
industria, las comunicaciones..., y propuso algunas medidas reformistas para
solventarlos.
Además, mostró gran interés por los temas relacionados con la
educación; en este sentido trató cuestiones pedagógicas, como el rechazo del
método memorístico y la reforma de los estudios. Defendió la formación
humanística para los científicos como medio de desarrollo intelectual y de
pensamiento integrador. Abogaba por el aprendizaje de idiomas para posibilitar
el acceso al conocimiento, ya que mucha de la bibliografía más avanzada estaba
en inglés o en francés…
Obras
Las propuestas de Jovellanos para solucionar los serios problemas
sociales de su época obedecen a un profundo y reflexivo análisis de la
situación. Su producción se centra en la preocupación por los problemas de
España en aspectos como el progreso material del país, la educación, la cultura
y la política. Las obras del autor que mejor reflejan estas preocupaciones son
las siguientes:
_ Informe sobre la Ley Agraria. Es un tratado de economía política en que analiza las causas del estancamiento
de la agricultura y propone soluciones, a veces en contra de los nobles y la Iglesia.
En él, Jovellanos pide la derogación de las leyes que impiden la creación de un
marco de libertad para el desarrollo de la economía agraria. Señala como causas
del atraso imperante
en el campo la concentración de la propiedad en manos de la nobleza
y de la Iglesia, la ausencia de los dueños de sus tierras, las malas
comunicaciones y la presión fiscal.
_ Memoria sobre espectáculos y
diversiones públicas. En esta obra señala el
origen y la evolución de los espectáculos públicos en España y analiza la
cuestión a la luz del bien público: el pueblo necesita diversiones, pero no hay
que programárselas, porque sin libertad no puede haber diversión verdadera.
Jovellanos pretende que los espectáculos sean un medio de educación popular, es
decir que cumpla el cometido ilustrado de “enseñar deleitando”. Entre otros aspectos,
rechaza la fiesta de los toros y pretende reformar el teatro dignificando el
género y con medidas como la creación de una escuela de actores, la puesta en
escena de obras didácticas y un ambiente teatral que eleve la cultura del
público.
_ Elogio de Carlos III, en realidad, es un elogio de la política reformista y del rey, como
su principal impulsor. Además, analiza las causas de la decadencia española y
enumera los principios ilustrados que rigen el reinado de Carlos III.
En muchas ocasiones, Jovellanos incorpora aspectos de su propia vida
a sus obras. En la Descripción del castillo de Bellver no refleja solamente la arquitectura del edificio en el que estuvo encarcelado,
sino que elabora un relato de ficción sobre la vida medieval que se había
desarrollado en la fortaleza mallorquina. En los Diarios se recogen diversas
anotaciones de la realidad de su época (historia, arte, política, economía,
literatura). Finalmente, en las Cartas
del viaje de Asturias critica la situación que
atraviesa su región natal.
Estilo
Aunque en las obras de Jovellanos prima la intención didáctica, su
prosa sobria y elegante posee notables cualidades literarias. Criticó los usos
de la literatura barroca por considerarlos extravagantes y defendió un estilo sencillo.
Su prosa se caracteriza por esa sencillez y una gran claridad, acordes con la
intención expositivo-argumentativa de los textos. En ocasiones utilizó un
lenguaje técnico, obligado por la materia que trataba. En textos como las
cartas o las descripciones se observa cierta subjetividad que anticipa muchas
veces el romanticismo: el paisaje, lo exterior, se muestra desde la perspectiva
de la propia percepción del autor.
Otros autores:
José de Cadalso.
Su vida está marcada por su condición de militar y por la amplia formación
humanística que recibió durante su juventud. (Por la publicación de una obra
satírica sufrió destierro y murió en combate)
Su primera obra relevante son las Noches
lúgubres.
Pero la obra principal de Cadalso son las Cartas marruecas, que recoge el
intercambio epistolar entre el joven moro Gazel, de visita en España, su
maestro Ben Beley, que se encuentra en Marruecos y el español Nuño Núñez.. En
sus cartas, estos personajes discuten críticamente sobre las costumbres y las
creencias de los españoles. La estrategia de la obra consiste en presentar la
realidad del país desde los ojos de un extranjero, que tiene unos valores y
unos principios distintos de los
españoles. De esta forma, el autor pone en duda algunos aspectos de
la sociedad que se tenían por indiscutibles.
En las Cartas, Cadalso defiende la libertad de expresión, o la de
los hijos para casarse sin el consentimiento de los padres; critica a los
políticos que abusan de su posición social y a los gobernantes.
Las Noches lúgubres están
protagonizadas por un sepulturero y un joven que acude al cementerio para
intentar suicidarse junto a la tumba de su amada. La situación da pie a
reflexiones sobre temas como la naturaleza del hombre, la razón y la sinrazón,
la justicia o la licitud del suicidio. Por su tono desesperado y algo morboso
esta obra ha sido considerada una de las primeras manifestaciones del espíritu
romántico en la literatura española, que no se
preocupan de las necesidades del pueblo. Propugna una actitud relativista de la
existencia y contempla con
irónico distanciamiento muchas de las innovaciones culturales de su época, al
tiempo que critica el
carácter nacional y los defectos de la España tradicional.
Ignacio Luzán
Destaca, sobre todo, como autor de la Poética más importante del siglo
XVIII español. En ella establece las normas que deben cumplir las obras que
deseen ajustarse a los nuevos ideales clasicistas.
Juan Pablo Forner:
Destacó sobre todo por su vena satírica. Destacan sus obras Exequias de la lengua castellana donde repasa la historia de la literatura española y lamenta la
situación de la lengua en su tiempo y la Oración
apologética por la España y su mérito literario en que defiende la tesis de que España ha realizado importantísimas aportaciones a la
cultura europea.
Esquema del
Neoclasicismo
1. Características:
Reinterpretación de las ideas y preceptos clásicos. Principios: lo racional, lo
mesurado y lo armónico. Carácter didáctico de la obra de arte.
2. Géneros:
·
Lírica: Se cuenta con autores como Meléndez Valdés o
Quintana.
·
Narrativa: Subgéneros: autobiografías ( por
ejemplo, “Vida, de Diego de Torres y Villarroel”, o “Apuntes
biográficos”, de José Cadalso) o fábulas
(por ejemplo, las de Iriarte y las de Samaniego). Destaca la obra de José
Cadalso “Noches lúgubres”.
·
Ensayo:
-
Precedentes: “Diálogos”,
de Platón (en la Antigüedad), “Diálogo de
Mercurio y Carón (prosa erasmista del Renacimiento), de Alfonso de Valdés
y “Ensayos”,
de Montaigne.
-
Obras españolas:
Ø “Cartas Marruecas”, de
José Cadalso(1741-1782). Subgénero epistolar (en forma de carta). Reúne
introducción, 90 cartas y un prefacio. A través de las cartas se critican
aspectos de la sociedad española de la época.
Ø “Cartas eruditas y curiosas”, de
Fray Benito Jerónimo de Feijoo.
Ø “Memoria para arreglo de la policía de
espectáculos”, de Gaspar Melchor de Jovellanos.
·
Teatro. Comedia: “El sí de las niñas”, de Leandro Fernández Moratín (1760-1828 ). A
lo largo de tres jornadas se desarrolla la denuncia del exceso de autoridad de
los padres sobre los hijos. Sigue la regla de las tres unidades (una sola),
espacio y tiempo.
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TEXTOS PARA COMENTAR
(1) ''Toros''
Así corrió la suerte de este espectáculo, más o menos asistido o
celebrado según su aparato, y también según el gusto y genio de las provincias
que le adoptaron, sin que los mayores aplausos bastasen a librarle de alguna
censura eclesiástica, y menos de aquella con que la razón y la humanidad se
reunieron para condenarle. Pero el clamor de sus censores, lejos de templar,
irritó la afición de sus apasionados, y parecía empeñarlos más y más en
sostenerle, cuando el celo ilustrado del piadoso Carlos III lo proscribió
generalmente, con tanto consuelo de los buenos espíritus como sentimiento de
los que juzgan las cosas por meras apariencias.
Es por cierto muy digno de admiración que este punto se haya presentado a la discusión como un problema difícil de resolver. La lucha de toros no ha sido jamás una diversión, ni cotidiana, ni muy frecuentada, ni de todos los pueblos de España, ni generalmente buscada y aplaudida. En muchas provincias no se conoció jamás; en otras se circunscribió a las capitales, y dondequiera que fueron celebrados lo fue solamente a largos periodos y concurriendo a verla el pueblo de las capitales y tal cual aldea circunvecina. Se puede, por tanto, calcular que de todo el pueblo de España, apenas la centésima parte habrá visto alguna vez este espectáculo. ¿Cómo, pues, se ha pretendido darle el título de diversión nacional?
Es por cierto muy digno de admiración que este punto se haya presentado a la discusión como un problema difícil de resolver. La lucha de toros no ha sido jamás una diversión, ni cotidiana, ni muy frecuentada, ni de todos los pueblos de España, ni generalmente buscada y aplaudida. En muchas provincias no se conoció jamás; en otras se circunscribió a las capitales, y dondequiera que fueron celebrados lo fue solamente a largos periodos y concurriendo a verla el pueblo de las capitales y tal cual aldea circunvecina. Se puede, por tanto, calcular que de todo el pueblo de España, apenas la centésima parte habrá visto alguna vez este espectáculo. ¿Cómo, pues, se ha pretendido darle el título de diversión nacional?
Pero si tal quiere llamarse porque se conoce entre nosotros desde muy antiguo, porque siempre se ha concurrido a ella y celebrado con grande aplauso, porque ya no se conserva en otro país alguno de la culta Europa, ¿quién podrá negar esta gloria a los españoles que la apetezcan? Sin embargo, creer que el arrojo y destreza de una docena de hombres, criados desde su niñez en este oficio, familiarizados con sus riesgos y que al cabo perecen o salen estropeados de él, se puede presentar a la misma Europa como un argumento de valor y bizarría española, es un absurdo. Y sostener que en la proscripción de estas fiestas, que por otra parte puede producir grandes bienes políticos, hay el riesgo de que la nación sufra alguna pérdida real, ni en el orden moral ni en el civil, es ciertamente una ilusión, un delirio de la preocupación. Es, pues, claro que el Gobierno ha prohibido justamente este espectáculo y que cuando acabe de perfeccionar tan saludable designio, aboliendo las excepciones que aún se toleran, será muy acreedor a la estimación y a los elogios de los buenos y sensatos patricios.
Gaspar Melchor de Jovellanos.
Cuestiones:
1.- Tema del texto ( pág. 40,
libro de texto )
2.- Resumen ( pág. 43, libro
de texto )
3.- Comentario crítico (Para el comentario crítico, de momento,
seguirás la siguiente aclaración:
[Se
trata de que, tras resumir las ideas del texto, desarrolles tu opinión personal
sobre el tema que se expone en este texto. Se valorará la originalidad de las
ideas que se expongan y la capacidad para fundamentar los juicios que se
emitan: razones a favor, razones en contra, perspectivas, relación con la realidad,
su actualidad, etc. No es necesario que aparezcan, en párrafos distintos, la
parte de opinión y la parte de crítica, sino que pueden estar entrelazadas,
mezcladas.]
Más adelante te remitiré al
libro de texto ).
( APOYO LÉXICO PARA EL COMENTARIO:
Aparato. Pompa, ostentación.
Ilustrado. En el siglo XVIII se decía de quien tiene extremada confianza en la capacidad de la razón natural para resolver todos los problemas de la vida humana.
Circunscribirse. Ceñirse, concretarse a un lugar.
Circunvecino. Se dice de los lugares que se hallan próximos y alrededor de otro.
Al cabo. Al fin, por último.
Bizarría. Gallardía, valor.
Patricio. Individuo que por su nacimiento, riqueza o virtudes descuella entre sus conciudadanos.
Ilustrado. En el siglo XVIII se decía de quien tiene extremada confianza en la capacidad de la razón natural para resolver todos los problemas de la vida humana.
Circunscribirse. Ceñirse, concretarse a un lugar.
Circunvecino. Se dice de los lugares que se hallan próximos y alrededor de otro.
Al cabo. Al fin, por último.
Bizarría. Gallardía, valor.
Patricio. Individuo que por su nacimiento, riqueza o virtudes descuella entre sus conciudadanos.
Este
punto de apoyo, te irá familiarizando con la pregunta de relaciones
léxico-asociativas que aparecerán más adelante.
¡PRESTA ATENCIÓN!)
TEXTO -2: “Memoria sobre espectáculos”.
Para
exponer mis ideas con mayor claridad y exactitud, dividiré el pueblo en dos
clases: una que trabaja y otra que huelga; (…) Hablemos primero del pueblo que
trabaja.
Este
pueblo necesita diversiones, pero no espectáculos. No ha menester que el
gobierno le divierta, pero sí que le deje divertirse. En los pocos días, en las
breves horas que puede destinar a su solaz y recreo, él buscará, él
inventará sus entretenimientos; basta que se le dé libertad y protección para
disfrutarlos. Un día de fiesta claro y sereno en que pueda libremente pasear,
correr, tirar a la barra, jugar a la pelota, al tejuelo, a los bolos, merendar,
beber, bailar y triscar por el campo, llenará todos sus deseos y le ofrecerá la
diversión y el placer más cumplidos. ¡A tan poca costa se puede divertir a un
pueblo, por grande y numeroso que sea!
Sin
embargo, ¿cómo es posible que la mayor parte de los pueblos de España no se
diviertan en manera alguna? Cualquiera que haya corrido nuestras provincias
habrá hecho muchas veces esta dolorosa observación. En los días más solemnes,
en vez de la alegría y el bullicio que debieran anunciar el contento de sus
moradores, reina en las calles y plazas una dolorosa inacción, un triste
silencio que no se pueden advertir sin admiración ni lástima. Si algunas
personas salen de sus casas, no parece sino que el tedio y la ociosidad
las echan de ellas (…).
El
celo indiscreto de no pocos jueces se persuade a que la mayor perfección
del gobierno municipal se cifra en la sujeción del pueblo y a que la suma del
buen orden consiste en que sus moradores se estremezcan a la voz de la justicia
y en que nadie se atreva a moverse ni cespitar al oír su nombre. En
consecuencia, cualquiera bulla, cualquiera gresca o algazara recibe el nombre
de asonada y alboroto.
GASPAR MELCHOR DE
JOVELLANOS:
“Memoria sobre los espectáculos.”
Cuestiones:
1.- Tema del texto.
2.- Resumen.
3.- Comentario crítico.
(Observaciones:
Para la
elaboración de tu comentario personal debes tener en cuenta:
-
Las necesidades
de un pueblo que trabaja.
-
La
relación de esta necesidad con los ideales de la época.
-
Diversión
o no diversión de los ciudadanos, según el autor y según tú.
Esto no son
puntos a desarrollar, sino una especie de guía para que te sea más fácil el
trabajo).
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